Mariano de veraneo en el Mal Menor. Aquellos maravillosos años

Parafraseando a Sofía Petrillo: España 1995. Un ilusionado cuarentón doctorado en economía política hace campaña electoral con la esperanza de ser elegido y poner orden en el caos económico español. La empresa se antoja compleja pero opta por llamar al pan pan y al vino vino a la situación, al contrario de lo que suele ser habitual, esto es, mentir. Ganan las elecciones y Rodrigo reina tranquilo y firme durante 8 años desde su trono del ministerio de economía.

Recuerdo que fueron mis primeras elecciones generales y tenía muy claro (como en el resto de las cosas de la vida) que lo que no funciona se ha de cambiar.  La corrupción con mayúsculas ahogaba a los socialistas. Nada de trajecitos ni corbatitas, verdaderas fortunas repartidas entre los Guerra, los Filesa etc. Los impuestos subían para compensar estos desmanes; El socialismo español en estado puro: te lo quito a ti para regalárselo a otro que no va a dar nada a cambio.

Recuerdo a un González cansado admitiendo en televisión que España no iba a ir en “la primera velocidad” europea hasta dentro de muchos años y sobre todo recuerdo con pavor unas declaraciones suyas diciendo que su proyecto era a 25 años y sólo llevaba 14 por eso necesitaba más tiempo para encauzar la situación…aprendiz de Franco, supongo.

Campo Vidal y amigos

Tengo la sana costumbre de votar con el bolsillo y no con el corazón ya que como he dicho en más de una ocasión las ideologías en la teoría son muy bonitas pero en la práctica un engaña bobos. Las otras opciones reales eran Izquierda Unida pero para mi comunismo=Nazismo por muy Light que vendiesen el producto y el Partido Popular.

A estas alturas y a la desesperada el principal argumento de la izquierda para descalificar a Aznar era el su supuesta falta de carisma (que contundente argumento) y a la postre resultó todo lo contrario. Lejos, pero no mucho, quedaba Alfonso Guerra en una plaza de toros andaluza agitando una cartilla de racionamiento al grito de: "¡Si gana la derecha esto es lo que vais a tener!"

 Para estas confeccionaron un simpático video con un doberman abalanzándose contra la pantalla en blanco y negro, hombres manejados como marionetas y personas alegres y chicas en minifalda en color en contraposición. Directo, manipulador y fácil de comprender; Tenia todo lo necesario para ganar un MTV Award y de paso las elecciones, pero no fue suficiente.

El PP lo tenía difícil y el resultado de las elecciones lo constató. Lo tenían difícil pero aún así optaron por la verdad y la clara exposición de ideas.

Por supuesto que prometieron que la situación mejoraría pero se me quedó grabado Rodrigo Rato repitiendo hasta la sociedad la frase “Hay que apretarse el cinturón”.

El paro rondaba el 20% el descontento el 100%. No era, desde luego, el mejor lema para llenar de ilusión a la gente.

Esa franqueza y convicción caló en mí. Eran serios, tenían las ideas claras y no prometían el oro y el moro sin esfuerzo. El PP parecía una empresa sólida y el PSOE una tómbola de feria en el fondo y en las formas.

Felipe González gastó un último cartucho asegurando en mítines que si ganaba Aznar las pensiones se acabarían, como si saliesen de su bolsillo. Aznar, le cazó en el último de los debates televisados instándole a afirmar delante de toda España que se acabarían las pensiones si ganaba. Felipe…esquivó la proposición y firmó su finiquito.

En sólo 6 meses alcanzamos aquella famosa “primera velocidad” y poco tiempo después Francia y Alemania nos miraban con recelo e intentaron en Europa negar el pan y la sal a un Aznar que vetaba todo lo que no fuese beneficioso para España. Fueron tiempos mejores.

Después llegaría un segundo mandato, pero eso será motivo de otra entrada

Pretendía hacer una breve introducción al tema de hoy pero para variar pesco muchos peces en el banco de la memoria y me da pena tirarlos.