Los dadivosos. Angulas contra Hamburguesas

Barak Obama ganó la partida de póker presidencial de noviembre de 2008 porque la oposición iba de farol y el llevaba color. En un artículo desengrasante que publica hoy El Mundo, se detallan los regalos que algunos mandatarios le han ido obsequiando por tamaña proeza.

No entiendo muy bien la finalidad de estos regalos financiados por nosotros ya que los funcionarios en EEUU no pueden quedárselos y pasan al archivo nacional; O el resto del mundo desconoce este dato o piensa el ladrón que todos son de su condición…

Nuestro rumboso presidente en este caso se decantó por un par de libros por valor de 548€. El que más llama la atención es “Barcelona & Catalonia” de Roger Williams. Si no lo he buscado mal, se puede comprar por 15,50€ en la FNAC o por 1,99€ de segunda mano en Amazon.

Como nos desveló Wikileaks, el gobierno hizo lo imposible y lo inhumano por agradar a EEUU y así poder compensar las maltrechas relaciones con aquel país por la retirada de tropas de Irak y el detallito de no levantarse al paso de la bandera estadounidense en el desfile de las fuerzas armadas ya que como le explicaron después en “un par de tardes” la de las barras y estrellas no era la bandera de la familia Bush sino la de todo un país.

Y ya que estaba dispuesto a ahorrar (loable acción) ¿Por qué no regalarle una guía turística de España o uno de la historia de España? El prefirió centrarse en sólo una región y además políticamente conflictiva.

Toda una declaración de intenciones de corte nacionalista que luego ha desarrollado a gusto en la política española a base de concesiones y bajadas de pantalones para subrayar que no todos somos iguales.

Supongo que la “Generalidad” estará encantada con la noticia si es que no fueron ellos los que le dijeron al presidente que es lo que había que regalar, hartos de ver yanquis admirando puestas de sol en el sur.



¡Vaya detallazo!



Probablemente el presente más cutre de todos es el de Su graciosísima majestad la reina Isabel II de Inglaterra. Un retrato de su marido y ella por valor de 575€… ya tenía que ser el marco caro.

Me imagino al campechano Obama exclamando algo parecido a "What a Shit!" Cuando vio a la entrañable pareja sonriéndole a través del papel de estraza mientras lo abría.

Yo recibo ese regalo en mi boda y de inmediato corro al decathlon a comprar un juego de dardos.

Quizá fue narcisismo o quizá los otros regalos posibles no la convencían; La imagino hablando con su marido:

-         Felipe…entre el retrato del sótano, el pastel de riñones que sobró de anoche o una decena de tazas del enlace entre Carlos y Camila ¿Qué le enviamos?

El resto de regalos de otros mandatarios van desde plumas de 8000€, hasta  joyas, bolsos de marca, agendas, chaquetas. Todo ello carísimo e inútil.





En 2009 nos dio una muestra de como corresponde a estas muestras de cariño interesado. A Gordon Brown le regaló una colección de DVD de 25 películas estadounidenses, entre las que se encontraban “La guerra de las Galaxias”, “Ciudadano Kane” o “El padrino” entre otras.

"Que caviar ni que caviar, tu
muerde Tovarich, tus arterias
no volverán a ser las mismas"

Era lógico teniendo en cuenta como se las gasta Obama. Siempre ha demostrado no sé si por recomendación o por vocación que él es más americano que nadie. Tan pronto te suelta un clásico “Quiero saber que culos hay que patear” en referencia al derrame de petróleo en el Golfo de Méjico como se va a comer con el presidente ruso Dmitry Medvedev a su hamburguesería favorita “Ray’s Hell Burguer” donde la grasaza y la mazorca de maíz (adoro esos restaurantes) sustituyen al caviar y a la langosta.

La próxima vez mejor regalarle un sombrero vaquero y un CD de Johnny Cash y quedas estupendamente.