El lago Powell y La presa de Glen Canyon. Arizona/Utah

Llegamos al lago Powell y nos alojamos en un pueblo llamado Page. Toda esa zona, norte de Arizona,  es muy árida pero el flamante campo de golf no podía faltar en los alrededores. Recuerdo poco de nuestro alojamiento exceptuando que no pudimos resistirnos a darnos un baño en el spa exterior, alternándolo con la piscina y eso pese a que chispeaba.

Resulta curioso que uno de los meses “más lluviosos” en Arizona sea agosto y ese día nos tocó premio y lo comprobamos personalmente.

Por cierto, por si no lo he comentado en anteriores entradas, un hotel con “SPA” en EEUU significa que tiene una bañera de agua caliente y burbujas para unas 8-12 personas a disposición de los clientes.

Hay dos atracciones en la zona, La presa de Glen Canyon y el lago Powell.

Primero nos dirigimos a la presa y tras hacer algunas fotografías en los desérticos alrededores decidimos hacer la excursión por las entrañas de la misma. Un guía un tanto serio pero muy orgulloso de la presa nos fue relatando su historia y características haciendo hincapié en que aunque escucharíamos varias veces la palabra “segunda”, no tenía nada que envidiar a las “primeras”.

La presa es la segunda más grande en el Río Colorado y el lago Powell el segundo lago artificial más grande de EEUU. Se empezó a construir en 1956 y se terminó 10 años más tarde. Nos relató las dificultades de la construcción, con accidentes incluidos y la oposición de los ecologistas por su impacto medioambiental. Sea como fuere genera el 13% de la electricidad de Utah y el 6% de la de Arizona.



El puente


Recorrimos de arriba hacia abajo la impresionante obra de ingeniería y nos fuimos francamente satisfechos por el tour de 45 minutos por solo 5$. Tomamos alguna foto más del bonito puente para vehículos que hay justo delante de la presa y que está situado a unos 220 metros de altura sobre el río.

Después nos dirigimos a la zona de embarque del lago Powell para hacer otro tour. Charlamos con una argentina y su ¿novio?, ¿hermano? que estaban trabajando allí vendiendo las entradas y debido a la falta de tiempo y al tiempo meteorológico optamos por el Canyons Adventure Boat Tour que duraba 2,5 horas y costaba unos 50$. Lamentablemente no pudimos ver el famoso arco natural de piedra porque requería tomar el tour de 7 horas.

Como dije en la entrada anterior, en los barcos prefiero ir en cubierta y aquí volví a hacerlo pese a que llovía intermitentemente. En un día soleado, el contraste entre el cielo azul, las aguas claras y la piedra roja debe ser espectacular, nosotros no tuvimos esa suerte pero nos gustó navegar entre esas “murallas de piedra”, incluso en alguna parte del recorrido el barco iba casi parado debido a la precisión que requería pasar por esos cañones.

Nos contaron también la historia del lago, aunque la mayor parte de los datos nos los había dado también el guía de la presa, destacando que se tardó más de 10 años en llenar el lago a máxima capacidad y que si pusiésemos en fila la “costa del lago”, esta sería mas larga que toda la costa oeste de EEUU.

Interesante fue también acercarnos a escasos 100 metros del borde de la presa y girar lentamente para volver.

En definitiva es una zona ideal si te gustan los sitios turísticos sin agobios, el golf, navegar (con tu propia lancha o alquilando una) y pescar. Ahora bien, no pidas bosques.