Váyase usted al infierno...y vaya pidiéndome un café

"¡Váyase usted al infierno!" Esto le espetó el Matusalén de la hoz y el martillo a Luis del Olmo cuando este le interrogaba sobre el asuntillo de Paracuellos.

El cansino Luis, ese periodista que se bajaría del escenario en una gala de entrega del micrófono de oro si Federico Jiménez Losantos iba a recoger el suyo, ese que “subiría a los altares al mismo periodista y le pondría una bomba”, es de todo menos sospechoso derechista.

Luis del Olmo

Don Santiago se queja enérgicamente por lo reiterativos que son los periodistas con la pregunta de marras. En este caso, Del Olmo se escuda en el interés que sus oyentes han mostrado en el asunto, dando por otro lado a entender que a él como periodista le importa un bledo. Otro sujeto del colectivo Memoria Histórica Selectiva.

Carrillo es de verbo y pluma fácil, con una cabeza privilegiada para su edad; Lo mismo te escribe unas memorias que te firma unos cientos de sentencias de muerte.

En esa lúcida cabeza tiene una memoria fotográfica, lo malo es que en Paracuellos se le olvidó poner el carrete.

No debe preocuparse en exceso por este asunto ya que en Paracuellos montó su cuartel general Belén Esteban hace unos meses y quíteme usted esas tumbas que ya me pongo yo.

Pero de momento y con la veda abierta con que el Juez Garzón ha emborronado aún más una carrera que prometía mucho y que su pasó por la política se encargó de cortar, el viejo comunista se tendrá que aguantar una y mil veces.

Su papel en la transición está tan sobrevalorado como el del rey Juan Carlos; De hecho se podría resumir con cualquier foto cinegética de un cazador sujetando los perros que ya han olido la presa. La democracia es la asesina de los totalitarismos y por tanto, de su ideología; Usted lo sabía, lo temía…pero no le quedó otra que aceptar. De ahí a padre de la democracia por obra y gracia de una necesaria ley del olvido consentido. España aprobó aquel examen.

El tendido siete

Garzón, del que hablaremos en mejor ocasión (para que no me pase lo de siempre) dijo en una ocasión que sólo dormía tres horas diarias porque no necesitaba más. Esa frase me recuerda a un borracho a la puerta de su coche discutiendo con un amigo: - Tío, en serio, que yo controlo, que estoy bien, yo conduzco.

Pues el Súper Juez, enemigo de dictaduras cuidadosamente seleccionadas decidió irse a por un muerto en vez de perseguir al vivo; Que digo yo, ya que se aburría con sus casos no mediáticos y decidió pasarse la amnistía por el mango del mazo, haber ido a por los vivos ¿no? Pues no.

A su protegido, Carrillo, no le gustó el humillo que salía del juzgado porque pensó “Coño, si sopla el viento de cara, lo mismo me llega el fuego”, solo que él lo expresó de manera diferente:

"Tal y como está la magistratura en España, no se puede hacer uno muchas ilusiones de que la resolución vaya a ir por la línea satisfactoria", la línea satisfactoria, que gran definición.

Quizá pensaba que todo iban a ser parabienes y reconocimientos como la retirada de la estatua del generalalisimo de Nuevos Ministerios por su cumpleaños y que sólo merecía “eterno recuerdo” su rival, Franco. Su rival no como los rivales en dos bandos de una guerra sino más bien como Pau Gasol y Lebron James, por ejemplo; Que cada uno deduzca lo que se le antoje de esta frase.

Irónicamente no va a tener unos últimos años plácidos…por culpa de sus amigos. En el texto que se redactó para pasar página deberían haber incluido “Lo que la amnistía ha unido, que no lo separe un juez”.

Sr. Carrillo, u olvidamos todos o recordamos todos. Este sencillo concepto de sentido común (democrático), nunca le entrará en la cabeza.