No todo van a ser paisajes maravillosos o pueblos encantadores. Hoy rescato de la memoria un lugar no por su majestuosidad sino por las anécdotas que allí acontecieron.
El parque nacional Denali esta situado en el centro de Alaska y ocupa el tercer puesto en el ranking de parques más grandes de EEUU con una superficie de 24,500 km².
Generalmente cuando comparo mis fotos con las que hay en Internet de los lugares que visito suelen asemejarse bastante; En este caso las mías no se parecen en nada a las maravillosas estampas que circulan en la red.
Salí de Anchorage a primera hora de la mañana dirección Denali por la George Parks Highway y llegué por la tarde después de unas cuantas paradas en pueblecitos y márgenes de la carretera para hacer fotos. Sin paradas el trayecto dura apenas 5 horas.
La recepción del hotel |
Me alojaba en el Denali Grizzly Bear Resort; La recepción-tienda de souvenirs era bastante cutre y el recepcionista-dependiente muy apático y serio. Como no me suelo alojar en las recepciones tenía la esperanza que el motel fuese distinto y…no me equivoqué. De dos plantas y totalmente de madera, las habitaciones eran acogedoras y estaban nuevas; Tenia una pequeña terraza que no pude disfrutar por el tiempo desapacible pero si de las vistas a un río entre montañas.Fui a cenar al restaurante Gold Rush (si no recuerdo mal su nombre) que estaba cruzando la carretera. Como no me decidía pedí el especial del día que consistía en el famoso salmón de Alaska empanado con sésamo y una extraña salsa. En el fondo no estaba malo pero me sentó como un tiro. Tras intensas charlas con la taza del water concilié el sueño a eso de las 4 de la madrugada. A las 6 de la madrugada me sonaba el despertador ya que a las 7 tenia que estar en la entrada del parque.
Denali no se puede recorrer en coche privado por lo que subimos a un autobús decente por fuera y viejo y frío por dentro. No llegó a los límites del autobús que nos trasladó del JFK al centro de Manhattan, que en sus mejores tiempos debió servir para trasladar presos entre cárceles, pero se le asemejaba.
El autobús |
Con el estómago revuelto y con un frío que iba en aumento empezamos la excursión. El conductor era un tipo simpático que había dejado su ruta en una gran ciudad por esta y estaba encantado. Los que le contrataron sabían lo que hacían porque si el conductor hubiese sido soso y tímido, las educadas quejas de los pasajeros a lo largo del recorrido se hubieran convertido en motín para que nos devolvieran el dinero.
Ya no llovía pero el cielo estaba encapotado y eso siempre afea los lugares, pero lo que fuimos viendo en el trayecto eran paisajes normales tirando a feúchos, alguna cabra suelta y poco más.
Fin de la primera parte. Ir a Parte II
Fin de la primera parte. Ir a Parte II
Esos viajes, por lugares tan exóticos, tienen que ser maravillosos. Y envidio al que los hace.
ResponderEliminarUn abrazo
Si que lo son y te traes paisajes que se te quedaran grabados toda la vida y anecdotas para amenizar reuniones para parar un tre,
ResponderEliminarUn abrazo jose Luis.
Sefirot,me alegro que pudiera ver Alaska ,en mi está pendiente esa asignatura.
ResponderEliminar¿No llamó usted al Doctor en Alaska?,maravillosa serie de tv (versión original Northern Exposure),esa enfermera ( Marilyn Whirlwind) indígena hubiese ayudado mucho a su malestar estomacal.Y es que comer en esas latitudes para estos estómagos mediterráneos es una valentía,una osadía y una avería.
Se me antoja ponerle a esta biográfica entrada alguna música relajante ¿le parece?,a ver que le parece
http://www.youtube.com/watch?v=rIS6mmvtu2k
Pero como sé de su gusto por La Vieja Peluca le dejo esto,una versión de los grandes del jazz.
http://www.youtube.com/watch?v=pxNLXSOi82k
Pase un feliz día y comida mediterránea,buen provecho.
Un cordial saludo
Hola Pipo. Pues si, afortunadamente pude resarcirme con el salmon en un pueblo que ya comentare en su momento. Aunque he de admitir que me desenvuelvo bien entre costillas y hamburguesas, que junto a las tartas y los pasteles son los platos que mejor les salen.
ResponderEliminarA falta de enfermera...jamon york.
Ojalá pueda ir algun dia por alli, merece la pena.
Mientras escribo esto escucho a Gerald Finzi, al cual no conocía; Muy relajante y agradable.
Gracias.
Un saludo.
Sefirot,conozco EEUU,viví allí,pero...no pude hacer ese viaje en su momento,como ya dije queda pendiente.
ResponderEliminar¿Y los picantes?,a mi me averiaban los jugos estomacales,gracias que el aceite de oliva español lo encontré,fue un gran día de fiesta.
Me alegro que le gustara Finzi,esta otra composición le hizo famoso:
http://www.youtube.com/watch?v=7kjvB1lzZyk
¿Conoce a este otro?,le sonará a indígenas,jesuitas porque ahí se basó la composición para La Misión.Interesantes culturas la de los índigenas de norte América
http://www.youtube.com/watch?v=tMTMAoRceJY
De nada.
Un saludo y hasta otra.
Pipo, pues que suerte con el aceite español. En los super donde me he fijado todo el aceite era italiano (en algun caso seguro que el aceite provendria de España).
ResponderEliminarMuy bonita la música. Interesante si. Allí en Alaska y en la cercana region de yukon (canada) está muy presente aún.
Pondré muchos lugares de este estado(La última Frontera) en el blog.
Ya me contará, si se puede, donde vivió.
Un saludo.
Por lo que dices este viaje fue movidito, y te cagaste como los chotos, pero aún y así yo también te envidio por los fantásticos viajes que has realizados. Saludos Sefirot.
ResponderEliminarPues si Rafa fueron dos dias moviditos pero más bien me fuí por arriba no como "los chotos" jajaja.
ResponderEliminarGracias. Seguiré poniendo más.
Sefirot,le digo que yo encontré aceite español no es los supermarkets,lo encontré en una tienda cubana de alimentos,además del bueno y allí siempre lo compraba.Según donde viva pero...por ahí,por esos tipos de tiendas podría encontrarlo.
ResponderEliminarMe reservo donde viví aunque podría ser entre el Mississipi y el Missouri.
http://www.youtube.com/watch?v=i-EZlqpgjrM
Un saludo y hasta pronto,
Ya suponia que tenia que ser en sitios muy concretos.
ResponderEliminarMuy bien, yo he cruzado alguna que otra vez el mississipi.
Un saludo.