Doña Letizia, una cualquiera

Mi cariño a la Familia Real está fuera de toda duda. Yo, que provengo de una Familia Falsa, he seguido con cariño sus andanzas desde la perspectiva de un demócrata poco convencido.

Monarquía y democracia deberían ser antónimos como comunismo y democracia o fascismo y democracia pero no, se han mimetizado tan bien con el paisaje demócrata que derechistas e izquierdistas aplauden por igual a la realeza arrodillados en el suelo, no físicamente (sólo faltaría) pero si mentalmente

Los monarcas se eligen por la sangre, muy progresista la elección y si se quería cambiar de familia regente se celebraban unas elecciones al calor de una buena copa de veneno o una daga perdida. La quintaesencia de la democracia vamos, es lo único que nos falta por admirarles.

Pues a base de mudar la piel, palmaditas en la espalda al gobierno de turno y una cercanía calculada al pueblo han ido saltando vallas hasta nuestros días.


- Vaya torero moreno...
-Ese es el toro Felipe

 Se les paga un sueldo, hacen que trabajan en la empresa privada y además han amasado una fortuna en cash y en propiedades gracias al amado pueblo español. Tres fuentes de ingresos por representarnos en diversos acontecimientos deportivos y alguna visita de estado para fortalecer relaciones económicas, quien sabe si sólo las suyas.

Pues bien, leo en el blog de José Antonio del Pozo, una anécdota ocurrida hace unos días que explota directamente en los cimientos de su empresa…el cariño del pueblo.

El príncipe Felipe, sin renunciar a sus privilegios reales, se plantó un día delante de su padre y muerto el abuelo (si no, le hubiesen faltado arrestos) se armó de valor y le dijo “Papi, me quiero casar por amor”.  Entonces la maquinaria Real se pudo a trabajar y una tal Letizia Ortiz, una periodista cualquiera, pasó de enseñarnos lo que vale un euro a darnos las noticias en prime time. Seamos justos, probablemente lo hubiera conseguido gracias a su trabajo sin ser “la novia de” sólo un par de décadas después.

Pero ya lo decía su abuela “Ya de niña parecía una princesa”; Estaba predestinada.

Es un secreto a voces que la Dña. es republicana y por tanto a veces le tocan los cojones las tediosas costumbres Reales como los besamanos y recepciones varias. “¡Si te paras con cualquiera, no vamos a acabar nunca!” le dijo la princesa al príncipe, como le dice una esposa cansada a su esposo saliendo de una discoteca celebrando una reunión de antiguos alumnos de él.

El cualquiera, Carlos González Garcés Teniente de alcalde del Ayuntamiento coruñés, responsable de Relaciones Institucionales, Educación y Fiestas, ha encajado bien el desprecio y lo va pregonando con alegría…como debe de ser, ya está bien de taparles los defectos y comprar fotos del Rey en bolas para que no vean la luz.

A esta princesa por sorpresa le queda mucho por aprender y tragar para acercarse siquiera de lejos a Dña. Sofía y no las tengo todas conmigo.

No me cabe duda que ella también se casó por amor pero quizá no entendió bien la letra pequeña del contrato. Además de disfrutar de Rafael Nadal en la final de Roland Garros, hay que soportar a un montón de personalidades por obligación y a millones de ciudadanos cariñosamente ingenuos durante el resto de tu vida.

"Yes Jon, I've born to be your baby!!!!!"

Esto me trae a la memoria una anécdota de hace unos meses. Entre los “Cualquiera”, no estaba Bon Jovi. El concierto para ver a la “madonna” del Rock estaba agotado desde hacia tiempo pero ella y sus amigas tenían entradas para verle (supongo que alguna de las amigas se pasaría horas haciendo cola, la pobre).


Curiosamente las localidades que ocuparon ya tenían dueños y estos fueron reubicados en otras localidades. Si yo fuese uno de esos dueños sin duda me negaría en rotundo pero… ¿Qué me ocurriría?, ¿Sería amablemente echado a patadas por sus guardias de seguridad? ¿Terminaría en comisaría con una bolsita de coca que no tenía cuando salí de casa?, ¿Me dejarían saltar y corear las canciones a su lado? Se admiten apuestas.

Tuvo un día completo; Por la mañana asistió a la misa del Papa y por la tarde cogió el avión para ver a su ídolo.

Y digo que el bueno de Jon, no es un cualquiera porque a la Dña no le importó irse después a la fiesta del Backstage para saludarle a él y a Rihanna que también actuó ese día.


A mi no me gustan los hombres pero he de admitir que entre Bon Jovi y Carlos Gonzalez...me quedo con el primero, donde va a parar; Pero yo no soy de la realeza, así que puedo elegir.