viernes, 11 de febrero de 2011

Saratoga Springs. Nueva York


En mi camino para llegar a Niágara y antes de detenerme en Alexandria Bay, hice parada y fonda en Saratoga Springs, un curioso pueblo del este de Nueva York de poco más de 30.000 habitantes.

El principal atractivo del pueblo son las carreras de caballos cuya temporada va desde finales de julio hasta principios de septiembre. Eso significa que llegar en Agosto es hacerlo en temporada no alta, muy alta, motivo por el cual encontrar hotel fue complicado aun en mayo que es cuando lo reservé.

Bethespa Episcopal Church

Los precios son muy elevados y encontré un motel muy céntrico y barato…sospechoso pero como solo me iba a quedar un día lo cogí.

Llegué a primera hora de la tarde y me dirigí directamente al motel en cuestión, el Saratoga Community Court Motel . Con permiso del hotel Nueva York en San Francisco, es el motel mas infecto que he olfateado en EEUU nunca.

Era un tugurio de película en forma de “U” con dos plantas. El recepcionista era hombre de pocas palabras (por decirlo de manera agradable) y no llevaba ningún tipo de uniforme, a menos que se considere la camiseta blanca interior ajustada a su orondo cuerpo como uniforme. El aire acondicionado funcionaba mal, los muebles tenían mas golpes que las paredes de un parking y las camas eran tan blandas que al tumbarte los lados del colchón hacían la función de sabanas.

Huí del lugar tan pronto como deje el equipaje a visitar el pueblo. Tenia tres partes muy diferencias: La zona “chunga”, la bonita y bulliciosa zona comercial y la zona residencial.

Evité la zona chunga y fui a la comercial. La calle principal y dos o tres paralelas eran un hervidero de gente sonriente con bolsas de compra o buscando restaurante para la cena a las 6 de la tarde. Lo habitual.
Muchos edificios bonitos, escaparates cuidados y multitud de restaurantes con sus terrazas correspondientes. Cuando te desembarazas del coche, es muy agradable pasear sin rumbo fijo por allí.


Sencilla vivienda unifamiliar
  Después volví a coger el coche y me adentré en la zona residencial. Decenas de lujosos chalets (la mayoría sin verjas, como es la costumbre) a lo largo de calles anchas, arboladas y tranquilas. Supongo que más de uno habrá hecho fortuna con las carreras y que mejor sitio donde establecerse que a pocos kilómetros del circuito.

Tras recorrerme el pueblo y hacer las fotos pertinentes fui a cenar. El cuerpo me pedía pizza y acabé en un Pizza Hut. Para quien no lo conozca, diré que los pizza Hut en EEUU no tienen nada que ver con los que había en España antes de que los comprase Domino’s Pizza. Están montados como restaurantes de categoría media, bien amueblados pero sin desprenderse del todo de su ambiente informal con alguna que otra maquina recreativa. Pedí Bread sticks y conociéndome alguna pizza que llevase salsa barbacoa.
Para rematar la cena crucé la calle y me metí en el Limoncello Ristorante. No suelo beber, pero un licorcito si me tomo. La amable y rubia camarera de Nueva Jersey me puso un par de limoncellos y estuvimos charlando de todo un poco. Al rato se unieron los dueños del restaurante, italo-americanos, y por supuesto la conversación derivó hacia el fútbol.




Calle principal
  
Conduje dando una vuelta al pueblo de noche y volví al hotel. Allí me esperaba una sorpresa más. Una fiesta de veinteañeros en la habitación de al lado. Salí a la terraza, nos saludamos y me dijeron “Eh amigo, ¿te unes a la fiesta?” mientras me ofrecían cerveza. Decliné respetuosamente su invitación porque estaba cansado y conseguí dormirme en poco tiempo, para mi sorpresa.

Una lástima no haber tenido más tiempo para conocer a fondo el pueblo.


6 comentarios:

  1. Ya te querías ligar a la camarera "pájaro", pero hubo o no hubo contacto. Saludos.

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  2. Rafa, jajaja, en este caso concreto no estaba en los planes. La verdad es que por lo general la gente es muy amable y muy dados a establecer contacto...siempre digo que si uno no es mudo y/o finge que sabe bailar...tiene mucho camino recorrido. La cosa es mucho más directa allí (en mi opinión).

    Un saludo.

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  3. Magnificos relatos de tus viajes por el mundo. Los relatos de viajes de Camilo José Cela, incluso el Viaje a la Alcarria, tienen un competidor magnífico en tu pluma.
    Sañudos

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  4. Jose Luis, jajaja gracias,ya me gustaria a mi escribir como Cela.

    Un saludo.

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  5. Piedra Pómez (PIPO)13 de febrero de 2011, 9:48

    Hola Sefirot:

    De nuevo volvemos a los placeres de la vida;viajar es uno.
    Mi recorrido a Niágara no fue por ahí,así que me instruyo de lo que más o menos son muchos pueblos o pequeñas ciudades en EEUU,todos muy parecidos.
    Es muy cierto la atención al cliente sea en bares,restaurantes o tiendas suele ser exquisito.En fin espero que llegue al blog a Niágara y ya hacemos una puesta en común...jajajajajaja.

    http://www.youtube.com/watch?v=ax5_3Dys6ZA

    Feliz tarde!,un saludo,

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  6. Pipo, algún dia llegaré a Niagara, supongo, de momento voy saltando por varios estados con el objetivo de no perder los recuerdos más banales que a la postre son los que luego más me gustan cuando los leo.

    Un saludo. Buena tarde.

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