España admira a los mediocres cuando antaño lo hacia a las artes, la lucha, el valor o el talento.
Ayer hablaba de dos de los deportes preferidos de los españoles: La envidia y la extensión de dedo acusador. Ambos deportes buscan un fin, tapar nuestras vergüenzas y evitar asumir responsabilidades.
La semana pasada nos visitó Raúl con una camiseta distinta pero las mismas tarjetas de visita. Trabajo, esfuerzo, oportunidad y saber estar.
No voy a perderme en cifras y récords del jugador porque podríamos estar todo un día y no acabar.
Recuerdo que los primeros meses tras su debut de la mano del “poeta-jeta” Jorge Valdano, le tenía una especial tirria a ese chico desgarbado, que corría como un pato y estaba en el extremo opuesto del clásico jugador elegante que tanto ha acampado por el Bernabeu. Su pecado: jubilar a mi ídolo, Emilio Butragueño, otro ejemplo de profesionalidad y amor a unos colores.
Salió del barrio de San Cristóbal de los Ángeles, barrio obrero y por ende, generador de simpatías en un país muy dado al victimismo. Nunca he entendido muy bien este punto y me solivianta escuchar a un periodista cuando da la noticia de un atentado o un accidente con victimas, decir “además, ha ocurrido en un barrio obrero”. ¿Qué ocurre, que si los muertos son de La Moraleja los familiares de las victimas sufren menos?
- Han muerto mis hermanos en un accidente pero como tengo dinero ya me compro otros…
¿De donde nace entonces ese odio que genera el jugador?
Desde el primer día (y ya van 17 años) no ha parado de esforzarse y correr, siendo un ejemplo para todos los trabajadores. Nunca he visto otro jugador con ese nivel de entrega. Y no hay que olvidar que es multimillonario desde hace muchos años, talón de Aquiles de muchos otros futbolistas, que parecen llevar todo el sueldo encima por lo lento que corren sobre el césped.
En el apartado personal, lleva una vida intachable, padre de 5 hijos y poco dado a fiestas. Comportamiento este, equiparable al que tiene dentro del terreno de juego sin balón. No es violento y sí conciliador. Se le escapa un empujón de vez en cuando, lo normal.
La única salida de tono que le recuerdo fue, siendo todavía un chaval cuando se encaró con el bueno de Arsenio Iglesias, un buen entrenador y un pedazo de pan como persona, recriminándole algún que otro cambio en el juego. Niñerías.
Como esa manía viene de madridistas y no madridistas…me recuerda a esa frase muy típica española que dice “Oye…no trabajes tanto que nos dejas mal a los demás”
Muchos le han culpado de entorpecer el desarrollo de otros jugadores; Especialmente no fueron pocos los que acusaban de tapar a Benzema. Ya se ve…
Como en todas las parcelas de la vida, al lado de buenos trabajadores, otros buenos trabajadores destacan. Ronaldo, Van Nistelroy, Cristiano…son varios ejemplos de el que es bueno es bueno independientemente de con quien jueguen.
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Jorge Javier Vazquez
Periodista |
¿Y que tiene que ver María Lapiedra en todo esto? En un país normal, nada.; En España, todo.
La señorita Lapiedra ejerce tres profesiones tan respetables como otras, actriz porno, escritora porno y bailarina de strip-tease. Jorge Javier Vázquez, príncipe de la basura y conde del mal gusto, con el beneplácito de Tele 5, entrevistó a la susodicha desnuda de cintura para arriba y en tanga transparente de cintura para abajo.
Una “mosca” avisaba en las pantallas que el programa era para mayores de 13 años.
Ella, hace lo que la piden, él hace lo que le gusta y gusta a su audiencia. Cuando lo chabacano se convierte en normal, lo elegante pasa a anormal y por tanto, no recomendable.
Luego que si las niñas salen putas, los niños abusan de otros en el colegio, la sociedad carece de valores y hay que endurecer las penas a los delincuentes menores de edad…y la abuela fuma.
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Sálvame de...sálvame
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Pues esto es lo que hay, es lo que vende. El programa ya tiene hasta revista por si se nos escapa algún pezón rebelde o el polvo que un bueno para nada le echó a una buena para nada que se hizo famosa echándole un polvo a un famoso de tres al cuarto.
Y yo que sonreía pícaramente en mi infancia cuando aquella buena moza de Fá corría con el tetamen al aire por la playa para anunciar
desodorante…
Hoy en día el niño tiene tres tutores: Los padres, los profesores y la televisión y no necesariamente por ese orden. He hablado mucho últimamente de las nocivas prohibiciones...¿es tan dificil poner multas millonarias a quien no acate unas mínimas pautas de protección al menor en televisión? Porque aunque esto ocurrió de madrugada, el lenguaje y los contenidos de estos programas en sus versiones de tarde son lamentables.
Un mal padre siempre será un villano pero un buen padre es un héroe...cada vez más.
Aunque esta entrada ha quedado un poco extraña trataré de enlazarla diciendo que Raul para mi es un ejemplo de comportamiento a nivel nacional. Se puede ser famoso de pleno derecho trabajando y llevando una vida ejemplar o se puede caer en el comercio de la zafiedad y las verguenzas ajenas; Este último, camino más fácil y a tenor de lo visto, la diferencia entre entrevistados y entrevistadores es cada vez menor.
Ya que somos tan dados a admirar a los famosos...a ver si sabemos elegir.