Ayer se celebraron las elecciones catalanas y hoy se disputa el Barcelona-Madrid pero hay otras dos noticias que me parecen más relevantes y a ello voy.
Wikileaks ha levantado la alfombra del despacho oval y han aparecido un cerro de secretos de estado con el consiguiente revuelo a nivel mundial. La verdad es que me debato entre la satisfacción de leer documentos que en su mayoría los opacos gobiernos transparentes no nos facilitan y la repugnancia por el delito de revelar esos secretos.
El caso es que en lo tocante a España, no dejan de ser elucubraciones de sentido común, lo cual es casi una contradicción lingüística;
“Los diplomáticos estadounidenses atribuyen la llegada al poder del PSOE a la mala gestión de los 'populares' en los atentados del 11-M”… se han quedado calvos, una muestra de los servicios de inteligencia estadounidenses a pleno rendimiento. Que el PSOE ganó gracias a los atentados lo saben hasta ellos mismos que si bien lo admitieron en un primer momento (Rubalcaba incluido) desde hace unos años tienen la suficiente falta de vergüenza como para negarlo. Parece increíble pero es cierto. Sólo quedaba saber por cuantos escaños iba a ganar Mariano I “El mudito” (antaño conocido como “el Sobrado”) pero Al-Qaeda se encargó de truncar su primer sueño presidencial. No sabían aquellos puercos que aparte de llevarse por delante la vida de casi 200 personas nos iban a sumir en una crisis económica tan profunda gracias a la ineficacia de Zapatero. Por cierto, creo que por aquellos atentados hay cuatro gañanes en prisión y los demás estarán de picnic…les salió barata la matanza.
Además los americanos consideran a nuestro presidente como” un político cortoplacista que supedita los intereses comunes al cálculo electoral”…aquí convendría añadir un rotundo ¡Coño, como todos! Pero en los casos de presidentes zurdos que se llenan la boca de ideología sus medidas de cara a perpetuarse en el sillón son más hipócritamente sangrantes. Y es que este cretino decidió mostrarse al mundo quedándose sentado ante la bandera de todo un país (no de un presidente en concreto) y claro, en el territorio de una casa una bandera, no le estiman mucho.
Quien le conoce dice que era una persona entrañable, la verdad es que aunque suene muy cursi, era el abuelo que todos hubiésemos querido tener. Haciendo del detective Frank Debin o de presidente desastroso de EEUU (Es como Zapatero pero con gracia, de hecho el otro día en Europa buscando su sitio en la foto es un buen ejemplo), me hizo reír hasta doblarme. Muerto él y Lloyd Bridges…algo le va a faltar a la comedia de humor blanco norteamericana.