Lanesboro. Minnesota

Rodeado de campos de maíz, a unos 70 kilómetros del Missisipi, descansa este pequeño y animado pueblo del sureste de Minnesota.

Prácticamente todo el está en cuesta ya que baja desde un monte (Iglesia, viviendas y colegio) hasta un valle (comercios, teatro, restaurantes).

Llegué un 6 de agosto coincidiendo sin querer con los Buffalo Bill Days que son las fiestas del pueblo por lo que reinaba un simpático caos de idas y venidas de los comerciantes y personal del ayuntamiento. ¿Habéis visto la película un pueblo llamado Dante’s Peek? Pues algo así pero sin volcán.

La calle principal

 Me alojé en el Hillcrest B&B situado en lo alto del monte y cuando salí por la noche a las fiestas me encontré con un alce hembra paciendo distraídamente en el césped del vecino. Eso es Lanesboro, una pequeña comunidad en medio de la naturaleza donde todo el mundo se conoce y saluda.                       

Su turismo es principalmente regional, de hecho pude charlar con varias personas de Minneapolis (a 220 Km.) que venían a las celebraciones. Vamos, como si tu vas al pueblo de al lado, ya que en EEUU 200 km no son nada.

Las construcciones son las típicas estadounidenses como se puede apreciar en las fotos.

Como sólo permanecí un día aproveche para recorrer los alrededores en coche y el pueblo andando. Las fiestas iban desde el 6 hasta el 8 de agosto.  A las afueras del pueblo y bajo una serie de carpas uno podía disfrutar de los productos típicos de la tierra, tartas, pasteles, licores, maíz (of course) etc. Cene en la terraza de un restaurante regentado por una señora muy amable que celebró tener a un español en la mesa, ya que tenia una hija estudiando en Europa y le contaba que los europeos éramos buena gente. Además pude cenar a una hora “respetable”, las 9:30.

Después me dirigí a la fiesta. Acotaban una plaza donde estaba la estación de bomberos y por 8$ uno obtenía entrada y barra libre de cerveza en latas de medio litro.

En EEUU, paraíso de la música en directo uno se puede encontrar escuchando country o rock. El grupo que amenizó la noche era de los segundos. AC/DC, Bon Jovi, Eddie and the cruisers y por supuesto “Don’t Stop Believing” de Journey. Por mi experiencia esta no es una canción es La Canción. Fue divertido saltar y bailar sin tener que hacer ningún bailecito estúpido al que tanto estamos acostumbrados en España.

Y finalmente, para variar, dormí sin escuchar ruido alguno.